Ciclogénesis
- Julián Fernández Ortiz
- 20 may 2018
- 1 Min. de lectura
Lo he visto llegar a casa
y solo siento calma.
Usualmente casual
es sentirse habitual,
pero hacía tiempo
que no lo sentía nuestro.
Lo había visto,
pero siempre en movimiento.
Es inverosímil verlo quieto
en el momento del vuelo,
parece ser que ya no,
ya no siente que lo quiero.
Mérito emérito es el que siento
por no haber podido dormir
en aquel justo momento
que se quedó junto a ti.
Todo estaba en silencio
pero yo escuchaba su sigilo.
Parecía ser el olvido
que se fugaba con el necio.
¡Que inconsciente fui
cuando creí que su arrojo
era el que marcaba su precio!
Pusiste valor al esfuerzo,
y eso me hico descubrir
donde realmente me alojo.
Cuanto más lejos me veo,
más cerca me encuentro
de poder vivir en ese momento
que me dejó mi recuerdo.
Recuerdo aun cuerdo que no quiero,
y a la vez olvido que no hice
lo que muchos me dijeron.
Creer es lo mismo que no hacer,
intentar es lo mismo que fallar,
fallar es sinónimo de crecer
y crecer es lo que me impulsa a vivir.
Por eso creeme,
yo lo hice con el cielo,
y ha sido el que ha cerrado el ciclo.
Aunque ahora veas mucha agua caer,
saldrá el sol, es cuestión de eso, de crecer.
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